Enfermedades

La patología cardiovascular engloba un amplio abanico de enfermedades, tanto del corazón y como de los vasos, tanto arteriales como venosos.

La patología cardiovascular, continúa siendo la principal causa de mortalidad en nuestro entorno, con lo cual es importante su prevención, su diagnóstico precoz y su tratamiento.

Anatomía del corazón y del aparato cardiovascular

El corazón es un músculo especializado que en condiciones normales se contrae entre 60-100 veces por minuto, encargándose fundamentalmente de distribuir la sangre por el organismo. Ello lo hace por medio de 4 cavidades que se comunican entre sí directamente o a través de la circulación pulmonar, que aporta la sangre oxigenada. La distribución entre dichas cavidades se hace a través de las válvulas cardiacas, que son un sistema de “compuertas” que permite a la sangre pasar y no volver hacia atrás. Cuando fallan algunas de estas válvulas se pueden producir problemas de fugas (llamadas insuficiencias) o problemas de dificultad de paso por estrechez de las mismas (estenosis).

Aneurismas y disecciones

Un aneurisma es la dilatación de un vaso por encima del 50% del diámtro que debería tener a ese nivel. El más importante es el que ocurre a nivel aórtico por las implicaciones pronósticas que tiene. Puede ocurrir a distintos niveles y su diagnóstico no lleva consigo la necesidad de intervención. La importancia radica en que su hallazgo suele ser casual cuando se realiza una exploración por otro motivo (urológica, columna lumbar, en los abdominales) o por la realización de una ecocardiografía en los de aorta ascendente.
La intervención se realiza cuando tiene determinados criterios morfológicos o casi siempre, en función del tamaño que tenga en función del nivel a que se encuentre.

Angioplastia con balón y colocación de stent

Hace referencia al tratamiento de obstrucción en algún vaso, normalmente arterial, aunque en algunas ocasiones, es venoso.
Por su frecuencia, la mayoría de los procedimientos son en las arterias coronarias, que irrigan al corazón. Este procedimiento se hace con el llamado cateterismo.
Se accede al árbol arterial mediante un catéter (es un pequeño “tubito” de similar grosor a la mina de un bolígrafo). Se suele utilizar para el acceso a los cateterismos del corazón la arteria radial que se encuentra en la muñeca, y de ahí, se asciende en dirección al corazón, una vez allí, se coloca dicho catéter a la altura del origen de las arterias coronarias, y se inyecta una sustancia (contraste) en su interior que las rellena y permite mirarlas a través de un aparato de rayos X.

Angina de pecho

Hace referencia a la clínica que presentan determinados pacientes cuando existe una disminución riego sanguíneo en las arterias coronarias.
Se suele producir cuando existe alguna lesión obstructiva de manera significativa en dichas arterias.
Existen pacientes con clínica anginosa conocida, y que conviven con ella porque es estable en frecuencia e intensidad, pero obliga a consultar cuando se producen cambios en ella o aparece de nuevo.
Se trata normalmente de un dolor opresivo, centrotorácico, retroesternal, que aparece con los esfuerzos, cede con el reposo y a veces se irradia a mandíbula o al miembro superior izquierdo.

Arritmia

El corazón, para mantener su funcionamiento, requiere entre otras cosas, contraerse al unísono, y ello lo hace a través de una especie de “sistema eléctrico” que no son más que unas células especializadas que conducen el estímulo de manera rítmica.
Existen fundamentalmente dos tipos de arritmias, las lentas, que producen bradicardia (frecuencia lenta) y las rápidas (taquicardia).
Dentro de las arritmias, existe una que requiere una especial mención por su frecuencia, que es la fibrilación auricular. A veces requiere un tratamiento específico farmacológico y en otras por cateterismo o ambos tratamientos.

Bloqueo de rama

Como decíamos en el apartado de arritmias, la conducción del “sistema eléctrico” se hace por unas células especializadas, que constituyen una especie de “cableado” que recorre el corazón a través de dos ramas principales. A veces, dicho cableado no funciona bien y el estímulo eléctrico se bloquea a ese nivel, buscando un camino alternativo. Este bloqueo, se refleja en el electrocardiograma, que es su método principal de diagnóstico.

Colesterol y las enfermedades cardiovasculares

El colesterol es una molécula que se encuentra presente en nuestro organismo. Por medio de diferentes estudios realizados, se ha encontrado que a partir de un determinado nivel se relaciona con la aparición de eventos adversos cardiovasculares. Es por ello por lo que es importante su diagnóstico y realizar una importante prevención primaria (cuando todavía no ha aparecido la enfermedad) o secundaria (cuando ya ha aparecido la misma).
Hay que reseñar, que en el estudio del colesterol, tenemos el llamado colesterol “malo” (LDL colesterol), que el incremento de sus valores lleva aparejado un pronóstico peor y el llamado colesterol “bueno” (HDL colesterol), cuyo incremento tiene buen pronóstico.

Ejercicio

Realizar ejercicio es de las actividades más sanas y necesarias para el corazón. Introducir la actividad física en nuestra vida cotidiana es uno de los factores que mejor sientan a todo tipo de pacientes siempre que ésta sea regulada y controlada por un especialista.

Por ello en nuestro centro siempre recomendaremos practicar deporte o realizar cualquier actividad que mejore nuestra salud y en especial, la del corazón.

Endocarditis infecciosa

Se trata de una infección que afecta al corazón en la zona que está en contacto con la sangre. Suele asentar en las válvulas del corazón, y su tratamiento en la mayoría de los casos es el tratamiento con antibióticos.
Puede ocurrir en algunas ocasiones, que dicho tratamiento no sea suficiente, y entonces habría que recurrir a la cirugía para solucionar el problema.

Enfermedad arterial coronaria

También llamada cardiopatía isquémica. Esta patología constituye por su frecuencia una de las más importantes, y hace referencia a la presencia de lesiones en las arterias que irrigan al corazón y le aportan al mismo nutrientes y oxígeno a través de la sangre. Cuando están afectadas las arterias, puede haber un deficit en dicha aportación, y los pacientes pueden presentar síntomas, que son variables, que pueden ser variados: angina de pecho, infarto de miocardio, arritmías, o dificultad respiratoria (llamada disnea).   

Enfermedad valvular

Es otra de las patologías más frecuentes. La valvulopatía más frecuente en nuestro medio es la estenosis (estrechez) de la válvula aórtica del anciano.
La estenosis valvular aórtica severa se trata cuando el paciente tiene síntomas o ya existe repercusión en el corazón.
El tratamiento de esta patología ha experimentado en los últimos años una gran evolución. Hoy en día, para los pacientes con riesgo elevado, es posible tratarla, sin necesidad de parar el corazón y recambiarla. Se puede hacer por un procedimiento similar a un cateterismo, en el que el paciente se encuentra sedado, siendo en la mayoría de los casos alta en 48 horas.

Enfermedad vascular periférica

En este epígrafe, nos referimos fundamentalmente a la patología arterial de los miembros inferiores.
Esta patología se relaciona en la mayoría de ocasiones con la presencia de factores de riesgo cardiovasculares, como son, tabaquismo, colesterol, hipertensión, diabetes mellitus.
La sintomatología es la llamada “enfermedad del escaparate”; dolor en los miembros inferiores al caminar, que cede con el reposo, y el paciente se para y en ocasiones disimula mirando escaparates (de ahí su nombre).
La afectación puede ocurrir a distintos niveles, lo que permite que el tratamiento se realice bien con cirugía arterial directa o mediante un cateterismo (llamado arteriografía de miembros inferiores). En ocasiones se complementan los dos procedimientos.

Hipertensión

La hipertensión es una enfermedad silenciosa que puede generar insuficiencia cardiaca, hemorragias cerebrales y problemas renales severos, entre otros daños graves al organismo. Se estima que el 35% de los mayores de 18 años son hipertensos, cifra que se eleva al 40%, a partir de la cuarta década de vida y al 68%, a partir de los 60 años. El envejecimiento, así como el estilo de vida y la nutrición, están estrechamente vinculados a la tensión alta. Este problema aumenta a medida que la población envejece y por ello es un motivo de consulta relativamente frecuente. Se encuentra relacionada con otro factores de riesgo como son la obesidad y el sobrepeso.

Infarto de miocardio

Constituye una manifestación de la enfermedad arterial coronaria que se veía en otro epígrafe. Se produce cuando existe un deficit de irrigación sanguínea mantenido a una determinada zona del corazón, con lo cual, el tejido miocárdico (las fibras musculares del corazón) que de ella dependen sufren daño irreversible. Este daño afectará a un determinado territorio de mayor o menor extensión dependiendo de la arteria afectada, y con ello, puede tener mayor o menor repercusión en la funcionalidad del corazón.

Insuficiencia cardiaca

Es la incapacidad del corazón para realizar su función correctamente.
Existen básicamente dos tipos de insuficiencia cardiaca, pudiendo en ocasiones presentarse las dos juntas.
La insuficiencia cardiaca puede afectar a las cavidades derechas (que son las que traen sangre no oxigenada del organismo y la llevan a los pulmones para oxigenarla). Este tipo puede ser debido a defectos valvulares de estas cavidades o afectación propia de las cavidades derechas. En ocasiones se afectan las válvulas derechas como repercusión de patología en las cavidades izquierdas del corazón.

Marcapasos

El marcapasos es un tratamiento específico para una afectación del ritmo del corazón, que es demasiado lento. Esta afectación puede ser por diversos motivos. Lo más frecuente, es por afectación degenerativa del sistema de conducción, que se incrementa por la edad. Otras veces, más raras, se trata de una secuela de una valvulopatía intervenida, fundamentalmente la aórtica.
Los marcapasos, normalmente consisten en unos cables, que se alojan en el interior del corazón, al que se accede a través de una vena de grueso calibre, normalmente la vena subclavia (situada debajo de la clavícula). Dichos cables, se dejan conectado a lo que es el marcapasos en sí, en dicha región infraclavicular.

Miocarditis

Se trata de una inflamación del músculo del corazón. Suele ir precedida de un cuadro catarral en días previos, y el paciente suele presentar un dolor centrotorácico, por el que acude a consultar. Se produce daño en el corazón, con elevación de enzimas miocárdicos, pero no es secundario a lesiones en las arterias coronarias, a diferencia del infarto de miocardio.

Pericarditis

La presentación clínica es similar a la miocarditis. Suele ir precedida de cuadro catarral en los días previos. A diferencia de la miocarditis, no existe lesión en el músculo cardiaco. Presenta en ocasiones una imagen el en el electrocardiograma característica que ayuda al diagnóstico.

Prolapso valvular mitral

Es una afectación de la válvula mitral cuyo diagnóstico se hace mediante el ecocardiograma. En el momento del cierre de la válvula, existe un defecto en el mismo que produce un cierre incompleto. Por este motivo, se suele acompañar de una fuga a través de la misma que muchas veces no es importante. Puede presentar molestias acompañantes como palpitaciones y a veces dolor torácico, de características no isquémicas.

Soplos cardiacos

No es más que el ruido de la sangre al pasar. No tiene porqué ser parejo a afectación valvular.
En ocasiones, en la población más joven, es un llamado soplo funcional (sin patología asociada).
Otras veces, si conlleva patología asociada y el soplo se ocasiona por la turbulencia originada en el paso de la sangre por estos defectos. Puede tratarse de estenosis valvulares (estrecheces) o insuficiencias de las mismas (defectos en el cierre).